ANORGASMIA
ANORGASMIA
Información restringida.
El sentir placer durante las relaciones sexuales ha sido un aspecto de la sexualidad que se ha promovido, permitido y aceptado solamente para los
hombres
, negando
a
la mujeres su derecho
a
hacerlo por cuestiones educativas, tradicionales, religiosas o morales. De aquí que la sexualidad de la mujer se
haya
limitado
a
dos aspectos fundamentales: el principal la reproducción y el otro el de servir y agradar al
hombre
como símbolo de una sexualidad fría, comercial o eventual.
Una de las consecuencias de este hecho es que hoy en día la anorgasmia femenina es una de las disfunciones sexuales más comunes y un problema que aqueja
a
más del 75% de las mujeres con vida sexual
activa
, ocasionando frustración, depresión y hasta temor sexual.
La anorgasmia se define como la imposibilidad de llegar al clímax
u
orgasmo durante una relación sexual. El orgasmo puede convertir
a
la relación sexual en algo placentero o por el contrario en algo obligado y molesto. Puede llevar al goce, deseo y estabilidad en la unión
a
través de la satisfactoria descarga de placer que hace vibrar física, sicológica y emocionalmente
a
mujer
u
ocasionar la frustración, la infidelidad, la amargura y la depresión.
El orgasmo es parte de la respuesta sexual humana durante una relación sexual y sobreviene cuando la mujer ha llegado
a
un nivel alto de excitación que en caso de mantenerse de forma adecuada, provoca una serie de contracciones en los músculos de la vagina, acompañados de cambios en la temperatura corporal, enrojecimiento de la piel, lubricación vaginal y una gran sensación de placer.
Cada
mujer, para llegar al orgasmo necesita de un nivel de estímulo que es variable en
cada
una de ellas, ya que van desde las fantasías eróticas y la masturbación, hasta el manipuleo intenso y prolongado de sus genitales y pezones,
pero
también y fundamentalmente se logra mediante la motivación, libertad de expresión sexual y el deseo por alcanzarlo.
Pero
en la mayoría de los casos, si bien aparentemente la mujer parece disfrutar y estar preparada para el orgasmo, la mayoría no llegan
a
alcanzarlo, provocando por un lado la insatisfacción de la pareja, que las lleva
a
fingir, callar o
a
mentir sobre el placer logrado y
a
no desear tener otros momentos como ése, lo que deteriora mucho la relación de pareja y por otro,
a
la frustración personal por no llegar al momento cumbre de la relación cuando la realidad es que todas desearían poder hacerlo.