ARTROSIS VERTEBRAL
ARTROSIS VERTEBRAL
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La artrosis cervical o espondiloartrosis es un padecimiento bastante frecuente, que ocurre cuando el cartílago que separa
cada
vértebra se desgasta y ocasiona diversos daños
a
los nervios, que son presionados al no estar protegidos y ocasionan dolores muy intensos y la incapacidad de moverse, caminar o realizar cualquier movimiento.
Se puede presentar
a
partir de los 20 años de edad aunque es mucho más frecuente en personas mayores de 60 años y en casi todas las de más de 80 años.
La artrosis vertebral, se va desarrollando poco
a
poco y mientras las vértebras se van desgastando, generalmente no se presenta ningún síntoma, hasta que la presión del nervio es tan dolorosa que la persona acude al médico y mediante una radiografía se confirma el desgaste del cartílago y la presión del nervio debido
a
que las vértebras que han perdido su espacio.
A
nivel de la columna cervical el daño se manifiesta de varias formas, mediante un dolor agudo, conocido también como “tortícolis, que aparece de forma brusca, es muy intenso y obliga
a
la persona
a
colocar su
cabeza
de lado para aliviar un poco el dolor. Es frecuente en personas jóvenes o que están bajo de situación de estrés muy fuerte,
pero
también puede ser producto de un movimiento brusco del cuello o de un accidente en donde el impacto
haya
provocado un tirón brusco y la molestia generalmente desaparece sola después de algunos días. Las pomadas desinflamantes o el calor local ayuda
a
disminuir la molestia y en algunos casos el uso de un collarín blando es recomendado por el médico.
El dolor cervical también puede presentarse en la parte inferior del cuello y al presionar los músculos de la parte se intensifica. Este dolor puede confundirse fácilmente con el muscular derivado de una tensión o mala postura. Otra es la artrosis cervical crónica, que predomina en las mujeres probablemente debido
a
cansancio laboral o mala postura.
La artrosis en las vértebras lumbares, también se conoce como lumbago o dolor lumbar agudo y generalmente se desencadena al realizar algún esfuerzo o maniobra mal realizada al cargar o alcanzar objetos. El dolor que provoca es muy agudo y en la mayoría de los casos la persona tiene que acostarse. En ocasiones el desplazamiento de las vértebras comprime también los nervios que se dirigen
a
las piernas o brazos y al hacerlo el dolor se extiende hacia ellos.
En los dos casos, el reposo, los analgésicos, relajantes musculares y el calor local son recomendados, aunque debe ser el médico el que determine la magnitud del daño y si es el caso recomiende fisioterapia o en ocasiones la cirugía.
IMPORTANTE El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico médico, por lo que no nos hacemos responsables sobre su uso.