ENFERMEDAD DE STILL (ARTRITIS REUMATOIDE JUVENIL)



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ENFERMEDAD DE STILL (ARTRITIS REUMATOIDE JUVENIL)
Información restringida.
Enfermedad de Still (Artritis reumatoide juvenil)

Enfermedad inflamatoria crónica del tejido conjuntivo - articulaciones principalmente - que afecta a los niños.

Afecta a las articulaciones, sobre todo en las rodillas, codos, tobillos y cuello.

Puede afectar también a los riñones, o el corazón en los casos severos.

Aparece entre los 2 y los 5 años de edad.

Es cuatro veces más comun en niñas.

Pronóstico.

Hasta el presente, esta enfermedad se considera incurable.

Sin embargo, en el 75% al 80% de los casos remite por completo al llegar la pubertad.

Los ataques suelen durar unas semanas y aparecen y desaparecen durante toda la infancia.

En general, los síntomas se pueden controlar mediante tratamiento.

Causas.

Probablemente sea una enfermedad autoinmune, donde el sistema inmunitario ataca a sus propios tejidos.

A menudo se asocian los primeros síntomas a estrés emocional.

Signos y síntomas.

Dolor, tumefacción y rigidez en las articulaciones de los dedos de los pies, rodillas, tobillos, hombros o cuello.

Algunos niños se niegan a andar sin poder explicar la razón.

La temperatura sube a más de 39º, generalmente por la tarde.

La fiebre suele ir acompañada de erupciones y escalofríos.

Poco apetito, pérdida de peso.

Anemia.

Irritabilidad, apatía.

Inflamación de las glándulas linfáticas.

Dolor y enrojecimiento ocular.

Dolor en el pecho (si la enfermedad es tan seria que afecta al corazón)

Factores de riesgo.

Estrés.

Prevención.

Hasta el presente no se ha podido prevenir.

Diagnóstico y tratamiento.

DIAGNÓSTICO:

Historial y reconocimiento físico por un médico.

Análisis de sangre, incluyendo determinaciones autoinmunológicas.

Rayos X de las articulaciones afectadas.

A veces, los rayos X no muestran los cambios hasta las etapas avanzadas.

TRATAMIENTO:

Medidas Generales.

Procure que el niño descanse sobre un colchón duro, que le proporcione un buen soporte.

Llévele al oftalmólogo al menos dos veces al año para detección de uveitis.

Anime al niño y a su entorno a tener una actitud positiva.

Medicación.

Su médico puede recetar aspirina u otras drogas antiinflamatorias no esteroides para reducir el dolor y la inflamación.

En casos severos puede ser necesario prescribir antiinflamatorios corticoesteroideos o fármacos inmunosupresores.

Actividad.

El niño debe guardar cama durante los ataques, hasta que la fiebre y los demás síntomas remitan.

Puede ser necesario el uso de férulas inmovilizadoras para proteger la articulación inflamada.

Después de un ataque el niño volverá gradualmente a sus actividades normales tomándose algunos descansos a lo largo del día.

No debe cansarse y dormirá al menos 10 a 12 horas cada noche.

El médico le recomendará ejercicios para el niño en cuanto esté lo suficientemente recuperado.

Dieta.

Ninguna en especial.

Avise a su médico si.

Ocurren los siguientes síntomas durante el tratamiento: Dolor en el pecho.

Fiebre.

Pérdida de apetito.

Aparecen síntomas nuevos inexplicables. Los fármacos usados en el tratamiento pueden causar efectos secundarios.

Complicaciones.

Afección de otros tejidos, lo que provoca.

uveitis (inflamación ocular)

inflamación del bazo,

inflamación de los riñones,

pericarditis o.

inflamación del músculo cardíaco (miocarditis)

Deformidad permanente.