LUNARES MALIGNOS
LUNARES MALIGNOS
Información restringida.
Los lunares pueden ser desde símbolo de belleza hasta señal de
cáncer
, saber identificarlos es muy importante Los lunares pueden considerarse como adornos de la piel, los puede haber de diversos tamaños y algunas personas los aprecian tanto que muchas veces se los llegan
a
dibujar como parte de una cultura, moda o simplemente por gusto.
Los naturales forman pequeñas protuberancias o manchitas donde cambia el color de la piel y pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo.
La mayoría de los lunares son de color
café
oscuro o
marrón
,
pero
también pueden ser del color de la piel de la persona, azulosos o negros. Su color se debe
a
una sustancia existente en las células de la piel llamada melanina.
Casi todas las personas tienen entre 15
a
20 lunares en el cuerpo y aunque algunos ya se tienen desde el nacimiento, es decir son congénitos, la mayoría salen durante los 20 primeros años de vida, sobre todo en la pubertad, debido
a
una superproducción de mesalina en algunas agrupaciones de células.
Los lunares congénitos, en general son mayores de 1. 5 cms y su pigmento o color es uniforme. Algunos pueden llegar
a
elevarse sobre la piel o crecen, sobre todo durante la adolescencia. Otros llegan
a
presentar uno o varios pelitos.
Los lunares adquiridos son pequeños, lisos, de un solo tono de color, de forma oval o circular y su pigmento alrededor está bien delimitado.
Hay un tipo de lunares adquiridos, que aparecen en la adolescencia y con frecuencia no aparece uno solo, si no varios
a
la vez. Sus características en general son: un poco más grandes de 0. 6 cms, con varios tonos de color entre los que destacan el
café
claro,
café
oscuro, rosado, color de la piel, de forma irregular y su pigmento tiende
a
mezclarse con la piel.
A
veces estos lunares aparecen en la misma familia y en muy pocos casos pueden volverse malignos, por lo que es necesario quitarlos completamente.
La mayoría de los lunares no son peligrosos y forman parte de las características que identifican
a
alguna persona, otros pueden ser desagradables debido
a
su apariencia, tamaño o ubicación.
Pero
no todos los lunares son saludables y aunque son muy raros los casos, un lunar ya sea congénito o adquirido, se puede hacer canceroso al convertirse en un melanoma maligno, que es la forma menos común
pero
la más peligrosa de
cáncer
de piel.
La causa de que un lunar se convierta en melanoma, no es muy clara, sin embargo, se relaciona mucho con quemaduras de sol producidas durante la niñez.