OXIUROSIS
OXIUROSIS
Información restringida.
Los oxiuros o "Enterobius vermicularis" son parásitos que infectan solamente
a
los humanos y con mucha frecuencia afectan
a
todas las personas,
pero
principalmente
a
los niños y niñas de 5
a
10 años.
Si bien la infección que ocasionan no es grave y se pueden erradicar con facilidad, ser portadores de ellos es muy,
pero
muy molesto.
Estos parásitos son blanquecinos, tienen forma alargada y miden aproximadamente 1 cm. Habitan en el intestino grueso de las personas y las hembras colocan los huevos en el exterior, alrededor del orificio anal en donde son infectantes por un periodo de hasta 20 días, para después pasar al intestino en donde se desarrollan como parásitos adultos en un lapso de tiempo entre las 5 y 8 semanas.
Los oxiuros se transmiten de persona
a
persona o por auto contagio, cuando las manos no son lavadas adecuadamente después de ir al baño y se llevan
a
la boca. Esta es la forma más frecuente de contagio entre los niños. También el contagio se puede dar al inhalar los huevecillos que están en el aire.
Así, estos parásitos, siguen un ciclo que va de la siguiente forma:
Los huevos son introducidos al cuerpo
a
través de la boca por las manos contaminadas de la misma persona o de otras o por vía aérea.
Los huevos llegan al intestino, en donde maduran y después de ocho semanas se transforman en parásitos adultos.
Las hembras llegan
a
la periferia del ano y depositan los huevos ocasionando mucha comezón.
Al rascarse y llevarse los dedos
a
la boca, se reinicia el ciclo.
El síntoma más importante al tener oxiuros, es la intensa comezón que se produce en la zona anal sobre todo por la noche, lo que afecta también mucho el sueño.
En las mujeres, también se presenta mucha comezón en los genitales, ya que penetran
a
la vagina, originando también vulvovaginitis, una infección que se manifiesta por inflamación, comezón y flujo con mal olor.
Estos parásitos no ocasionan diarrea, dermatitis atópica, rechinido de
dientes
al dormir, trastornos de conducta o problemas con el control de esfínteres,
pero
curiosamente, muchas veces estos problemas desaparecen cuando el parásito es erradicado del cuerpo y el tratamiento es adecuado.
El diagnóstico es fácil de establecer por el síntoma que se presenta, sin embargo un análisis coproparasitoscópico de materia fecal puede confirmarlo. Para ello, se necesita recolectar durante varios días la materia fecal en un frasco que contenga formol y que el laboratorio puede proporcionar. Otra forma de confirmar su presencia es haciendo un cultivo al tomar varias muestras directamente del ano, con el fin de detectar la presencia de huevecillos.
El tratamiento que el médico recomiende y que será
a
base de medicamentos antiparasitantes y deberá ser tomado por toda la familia. Es importante también avisar
a
los amigos y compañeros de escuela en caso de ser niños, para que tomen medidas preventivas y eviten el contagio.