MATALAUVA

anís verdepimpinela anisum



MATALAUVA (anís verdepimpinela anisum) - HIPERnatural.COM
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MATALAUVA
anís verdepimpinela anisum
Otros Nombres:

Hierba Dulce, Matalahuga, Matalauva, Simiente Dulce.

Las propiedades culinarias y medicinales de esta planta eran ya conocidas en Egipto y en Grecia, aunque fueron los árabes quienes, en la Edad Media, la introdujeron en España y en Europa. Andrés de Laguna, destacado médico y botánico español del Renacimiento, que tradujo al castellano y comentó las obras de Dioscórides, dice de esta planta, entre otras cosas, que «corrige la corrupción y hediondez del anhélito, resuelve las inoportunas ventosidades y los regüeldos acedos».

Hábitat: originario de los países del Oriente Medio, aunque su cultivo se ha extendido por los países cálidos del Mediterráneo. España es uno de los principales productores del mundo.

Descripción: planta de 50 a 80 cms. de altura, de la familia de las Umbelíferas, con tallo estriado y flores blanquecinas agrupadas en ramilletes (umbelas) El fruto es un granito ovalado, que exhala un delicioso aroma. Aunque pertenece a la misma familia que la venenosa cicuta, es fácil distinguirla tanto por su típico aroma como por sus características.

Parte utilizada: los frutos.

Propiedades e indicaciones: se deben sobre todo a su esencia, el anetol; que, en cambio, aislada del resto de los principios activos de la planta y concentrada, pierde sus virtudes curativas, e incluso puede resultar tóxica (produce convulsiones) A ello se debe que los licores de anís fabrica - dos con su esencia, no posean propiedades medicinales, y sí efectos tóxicos, debidos tanto al alcohol como al anetol. Por el contrario, el fruto del anís, tal cual nos lo ofrece la naturaleza, se halla prácticamente exento de los riesgos de la esencia. Esto se debe, en parte, a que, además de anetol, contiene otras sustancias como fenoles, ácido málico, azúcares y colina. Estas son sus propiedades:

Sobre el aparato digestivo: el anís es el prototipo de las plantas con acción carminativa, aperitiva, tonificante del estómago y digestiva. Limpia los intestinos de fermentaciones y putrefacciones. Forma parte de la ”tisana de las cuatro simientes”, junto con la alcaravea, el hinojo y el cilantro, y de la que Font Quer afirma que no hay flato que se le resista.

A los niños y lactantes les resulta muy eficaz la infusión de anís en casos de gases o de diarreas malolientes. Es una buena costumbre dar infusiones de anís a los lactantes, a modo de refresco.

Sobre el aparato respiratorio: expectorante. Facilita la eliminación de las mucosidades bronquiales, haciéndolas más fluidas. Conviene a asmáticos y bronquíticos. Se recomienda especialmente a los que siguen un plan para dejar de fumar, pues actúa como un verdadero antídoto de la nicotina y de los alquitranes del tabaco: limpia los bronquios de mucosidad irritante y facilita la regeneración de las células de las mucosas. Además sustituye por un fresco aroma, el olor a tabaco del aliento del que acaba de dejar de fumar.

Sobre la glándula mamaria: acción galactógena, es decir, que aumenta la producción de leche. Por eso los ganaderos dan anís a las vacas ovejas, mezclándolo con el pienso. Curiosamente, el anís se elimina con la leche, por lo que las madres que la tan, al tomarlo benefician también sus niños.

Uso: infusión con una cucharadita de café (3 gramos) de frutos por taza de agua que se toman calientes, hasta 3 tazas por día, preferiblemente después de las comidas; se puede endulzar con miel (a los bebés se les prepara la infusión con 1 o 2 cucharaditas de café de frutos secos en un cuarto de litro de agua que se puede endulzar con una cucharadita de postre de azúcar - la miel no es bien tolerada por los lactantes - y se le va administrando al niño en biberón o a cucharaditas en el transcurso de la jornada) De la esencia se toman de 1 a 5 gotas, 2 o3 veces al día. En polvo, hasta 2 gramos diarios.