OBESIDAD INFANTIL
OBESIDAD INFANTIL
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Para muchas familias, el tener un hijo gordito y con muchas llantitas es una señal de que está fuerte y saludable, sin embargo, los especialistas en nutrición infantil no piensan igual ya que la obesidad infantil es un problema creciente y muy alarmante dadas las complicaciones que esta enfermedad conlleva.
El sobre peso y la obesidad infantil, al contrario de ser signos de salud, ocasionan diversos problemas en la salud integral, física, mental y social de los niños y niñas que la padecen y si no se controla
a
tiempo, son muchos los problemas que
a
corto y largo plazo se pueden generar.
problema si bien en algunos casos puede ser ocasionado por problemas endocrinológicos, la mayoría es causado por los malos hábitos alimenticios que principalmente no permiten balancear alimentos de los tres grupos y se concentran en aquellos que contienen carbohidratos y azúcares en exceso.
En realidad, no existe una cantidad exacta de comida que deban consumir todos los niños, ya que
cada
uno tiene diferentes necesidades y hasta gustos, lo que sí es importante es evitar el exceso y obligarlos
a
comer de más, cuando ya saciaron su apetito.
Según los especialistas, la obesidad y el sobre peso tiene mucho que ver con el estilo de vida familiar y entre los principales factores están:
La genética, ya que este problema puede ser hereditario cuando alguno o los dos padres son obesos.
El padecer algún problema emocional o psicológico, puede desencadenar también obesidad.
La selección y forma de preparación de alimentos. Esto incluye un exceso de alimentos
grasos
o con gran contenido en carbohidratos y azúcares o con muchos condimentos y la falta de alimentos con fibra como frutas y verduras.
El sedentarismo, es decir la falta de ejercicio físico diario.
El consumo excesivo de alimentos chatarra con exceso de grasa, condimentos y de bajísimo valor nutritivo, que se ha convertido desafortunadamente en una “opción”, para las madres y padres que trabajan y tienen muchas ocupaciones durante el día.
El abuso en el consumo de panes, galletas, pastas, dulces y refrescos, lo que para muchos padres no tiene importancia porque lo que desean es saciar el hambre de sus hijos, sin preocuparse si están o no consumiendo todos los nutrimentos que necesitan para crecer sanos y fuertes.
La obsesión por la cantidad de alimentos que deben consumir los niños.
Un aspecto fundamental para el desarrollo de la obesidad infantil es el sedentarismo ya que aparte de consumir
a
toda hora alimentos chatarra con alto contenido en grasas y azúcares, las actividades de muchos niños se han reducido
a
ver televisión, jugar en la computadora o
a
los videojuegos que por supuesto van acompañadas por dulces, papitas y refrescos.