UNCINARIASIS



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UNCINARIASIS
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Llamada también anquilostomiasis, es una infección que afecta fundamentalmente al intestino y a la piel, aunque también puede afectar los pulmones.

Se adquiere por el contacto de las pies o manos sin protección con las larvas que se encuentran en la tierra húmeda.

Las larvas atraviesan la piel y entran al torrente sanguíneo para llegar al corazón y a los pulmones en donde llegan a los bronquios y ascienden a la tráquea y faringe. Una vez ahí son tragados y llegan al intestino delgado en donde maduran y se adhieren a la mucosa intestinal por medio de una ventosa que tienen en la boca y se alimentan con el tejido y sangre segregando una sustancia anticoagulante.

Al absorber los nutrimentos y la sangre que deberían ser aprovechados por la persona, los portadores de este parásito, llegan a tener anemia y desnutrición crónica.

Su ciclo completo dura al rededor de 6 semanas, sin embargo si no son tratados y eliminados pueden llegar a permanecer por años en el intestino humano causando verdaderos daños a la salud, sobre todo en el crecimiento de los niños.

Entre los síntomas más frecuentes están:

Diarreas.

Nauseas y vómitos.

Dolores abdominales como cólicos.

Los lactantes mal nutridos e infectados pueden presentar muy bajas cifras de hemoglobina y edemas secundarios.

Las primeras manifestaciones aparecen en la piel, por donde penetra el parásito, ya que se produce una erupción local, hinchazón, enrojecimiento y una intensa comezón. En ocasiones por el rascado, la piel puede infectarse también con otros microorganismos.

Cuando los parásitos han llegado a los pulmones, la persona puede presentar fiebre, tos y sensación de falta de aire y cuando llegan al intestino, los síntomas generales son: dolor abdominal, náuseas y ardor en la boca del estómago.

En casos más graves, la piel puede tomar una coloración amarillenta, fatiga o astenia, hinchazón en los párpados y pies, diarreas, distensión del abdomen y en los niños ocasiona severos daños en su crecimiento.

El diagnóstico se establece mediante la historia clínica, análisis de sangre que puedan detectar anemia y coproparasitoscópicos para identificar en materia fecal el tipo de parásito.

En el tratamiento, se utilizan medicamentos antibióticos y antiparasitarios dependiendo del tipo de parásito se puede utilizan mebendazon, pamoato de pirantel y suplementos alimenticios que contrarresten la anemia y la desnutrición. En algunos casos será necesario poner una transfusión sanguínea para recuperación de hemoglobina.

La prevención es muy sencilla, ya que se puede evitar usando zapatos, lavando bien las manos después de tocar la tierra y de ir al baño y evitar defecar en la tierra.

IMPORTANTE: El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico médico, por lo que no nos hacemos responsables sobre su uso.