Vitamina E



Vitamina E
La Vitamina E es una vitamina liposoluble cuya principal función es ser un agente antioxidante. Se almacena en el tejido adiposo, por lo que no se elimina del cuerpo fácilmente. Las alimentos procesados pierden estas vitamina esencial, por lo que es un componente básico de una buena nutrición.

Función.

Ayuda a evitar la oxidación producida por los radicales libres, manteniendo la integridad de la membrana celular. Protege también contra la destrucción de la vitamina A, el selenio, los aminoácidos sulfurados y la vitamina C. Alivia la fatiga, previene y disuelve los coágulos sanguíneos y, junto con la vitamina A, protege a los pulmones de la contaminación. Proporciona oxígeno al organismo y retarda el envejecimiento celular, por lo que mantiene joven el cuerpo. También acelera la cicatrización de las quemaduras, ayuda a prevenir los abortos espontáneos y calambres en las piernas. Es vital para el metabolismo del hígado, del tejido muscular liso y estriado y del miocardio; protege del deterioro a la glándula suprarrenal y es esencial en la formación de fibras colágenas y elásticas del tejido conjuntivo.

Dosis Diaria.

Lactante:

6 Meses: 3 mg.

1 Año: 4 mg.

Niños:

1 a 6 Años: 5 mg.

6 a 10 Años: 7 mg.

Hombres: 8 mg.

Mujeres: 8 mg.

Deficiencia.

Se presenta en aquellas personas con dificultades para absorber la grasa o bien que toman una cantidad excesiva de grasas y en los bebés prematuros. Provoca la destrucción de los glóbulos rojos, degeneración muscular, algunas anemias y trastornos de la reproducción.

Exceso.

Aun si se ingiriera el 300% del RDA, esta vitamina tiene un índice de toxicidad mínimo, y no genera efectos secundarios en las personas. Opuesto a la vitamina A y D que pueden ser tóxicas en dosis altas.

Fuentes.

Frutas y vegetales con contenido en vitamina E. 1 / 2 aguacate Boniato Bróculi Ciruela Espinacas Espárragos Manzana Moras Plátano Tomate Zanahoria.