TOMATE

lycopersicum esculentum



TOMATE (lycopersicum esculentum) - HIPERnatural.COM
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TOMATE
lycopersicum esculentum
Castellano: tomate.

Inglés: tomato.

El tomate (Lycopersicum esculentum Mill) es una de las hortalizas más utilizadas en todo el mundo y está en infinitas cantidades de platos, ya sea crudo, en salsa, frito o cocido. Es un alimento que se consigue fácilmente y dispone de innumerables variedades.

El tomate representa, junto con la cebolla, una de las principales hortalizas consumidas en Venezuela. Este cultivo es originario de la Región Andina, de Perú y Ecuador, siendo en México en donde se realiza su domesticación. El Tomate es un cultivo de clima cálido que se adapta a temperaturas entre 21 y 25°C.

Se pueden obtener muchas vitaminas al comer tomates. En el caso del tomate crudo nos aporta vitaminas como la A, B1, B2, B6, C y E, y respecto a los minerales encontramos en grandes cantidades el potasio, pero también hay presencia de sodio, hierro, calcio y fósforo. En cuanto a la distribución de los nutrientes, 100 gramos de tomate crudo poseen 1 gramo de proteínas, 3 gramos de hidratos de carbono, 1, 5 gramos de fibra. Además es poseedor de una importante cantidad de ácido fólico.

En el caso del tomate frito se pierden la mayoría de sus propiedades, sin embargo, algunos nutrientes se ven aumentados. En cuanto a las vitaminas, se reduce su aporte a la vitamina C. Los minerales permanecen intactos, aumentando sensiblemente la presencia del potasio. Respecto a la distribución de los nutrientes, 100 gramos de tomate frito poseen 1 gramo de proteínas, 3, 3 gramos de hidratos de carbono, y la fibra se mantiene casi igual.

Los tomates como mejor se aprovechan son en crudo o con ligeros sofritos que no los sometan a la pérdida de gran parte de sus beneficios. Para el cuidado del cabello y las uñas es muy recomendable comer tomate. También favorece el estado de ánimo y es muy bueno para el sueño reparador.

No es un alimento, como casi todas las verduras, que se conserve demasiado tiempo. Generalmente se llega a mantener como máximo 10 días, esto debido a que sigue madurando a pesar de no estar expuesto al sol. Para que los tomates mantengan todo su aroma y sabor, lo mejor es guardarlos a temperatura ambiente. Si se quieren congelar, hay que escaldarlos un par de minutos, después sumergirlos en agua helada, pelarlos y congelarlos enteros o troceados; así aguantarán hasta un año.

Hay tres tipos distintos de tomates para cada uso. Los grandes y redondos son los mejores para las ensaladas, los maduros para salsas y los pequeños, tipo cereza, para aperitivos y guarniciones. Los tres tipos varían también de color; van del rojo fuerte al rojo amarillento.

El tomate ha venido despertando en los últimos años un gran interés entre la comunidad científica, por el efecto beneficioso que parece tener sobre nuestro organismo. Son cada vez más los estudios que parecen confirmar que este vegetal es una fuente inagotable de propiedades preventivas y curativas.

Los primeros estudios se centraron en los beneficios que aportaba en la prevención de ciertos cánceres; mostraban que aquellas personas que lo consumían con frecuencia estaban menos expuestas a cánceres de colon y de próstata.

Estudios posteriores venían a demostrar las propiedades antienvejecimiento de una sustancia únicamente presente en el tomate, el licopeno. Un ejemplo de estos estudios es el llevado a cabo con un grupo de 90 monjas, en el Sur de Italia, con edades comprendidas entre los 77 y los 98 años. Aquellas con índices mayores de licopeno en la sangre tenían una mayor agilidad a la hora de realizar todo tipo de actividades.

Los estudios más recientes relacionan el consumo de tomates y sus derivados con una disminución del riesgo de ataques al corazón. No hay duda que éste es un alimento digno de incluir en nuestra dieta.

Tomado de: La Guía Gastronómica www. laguia. com.