ALISO NEGRO
aliso alnus glutinosa
ALISO NEGRO
aliso alnus glutinosa
Otros Nombres:
Aliso Negro
,
Alno
.
Los autores de la antigüedad clásica desconocían las variadas propiedades medicinales del
aliso
. Quien primero escribió acerca de ellas
fue
Santa Hildegarda, abadesa benedictina alemana del siglo XII, que publicó dos interesantes tratados sobre plantas medicinales. En los siglos XVIII y XIX, cuando las fiebres palúdicas hacían estragos y la quinina importada de
América
era difícil de conseguir, se utilizó con éxito como febrífugo la corteza de
aliso
,
a
la que se calificaba de quinina europea. En la actualidad, el
aliso
se sigue usando en fitoterapia, además de tener otras muchas aplicaciones. Su corteza se utiliza para curtir el cuero y su serrín para ahumar carnes y pescados. Su madera es muy resistente al agua y prácticamente imputrescible, y con ella están hechos algunos puentes de Londres y Venecia; además, sirve para confeccionar excelentes zuecos.
Hábitat:
frecuente en los bosques húmedos de toda la Europa templada. Crece esporádicamente en algunas regiones de Norteamérica (donde también crece el
aliso
rojo, de similares características)
Descripción:
árbol caducifolio, de la familia de las Betuláceas, que puede alcanzar hasta 20 metros de altura. Tronco erguido, con corteza agrietada de color grisáceo. Hojas dentadas, de color verde oscuro por arriba, y claro por el envés. Es un árbol monoico, es decir, que tiene en una misma
planta
las flores masculinas, agrupadas en amentos de 6
a
12 cms. y las femeninas, formando pequeñas piñas de 1
a
2 cms.
Partes utilizadas:
la corteza de las ramas jóvenes y las hojas.
Propiedades
e
indicaciones: la corteza del
aliso
es muy
rica
en tanino (hasta el 20%) Contiene asimismo una sustancia colorante
roja
de tipo glucosídico, emodina, y sustancias lipídicas. Por su riqueza en tanino, es un gran astringente, que seca y curte las mucosas tanto en uso interno como externo. Además, tiene propiedades febrífugas. Está indicada en los siguientes casos:
Diarreas veraniegas, gastroenteritis y colitis.
Estomatitis (inflamación de la mucosa bucal) amigdalitis y faringitis: Se realizan gargarismos con el líquido resultante de su decocción.
Úlceras varicosas, llagas y heridas de difícil cicatrización: Su decocción se aplica en compresas sobre la zona afectada.
Enfermedades febriles como el paludismo o la brucelosis, cuando esté indicado bajar la fiebre. En estos casos se aplica el cocimiento de la corteza por vía oral, bajo control facultativo.
Las hojas del
aliso
, contienen tanino y azúcares, además de una sustancia
glutinosa
que las recubre, compuesta por dos alcoholes (glutinol y glutanol) y sus correspondientes
ácidos
. Estas son sus propiedades:
Vulnerarias, es decir, que ayudan
a
cicatrizar las heridas y
a
curar las contusiones. Resultan especialmente útiles para sanar los pies doloridos y las rozaduras que se producen como consecuencia de largas caminatas, o de calzado inadecuado. Se colocan las hojas aplanadas, dentro de los calcetines, con su cara superior en contacto con la piel. Se produce un alivio en la sensación de cansancio de los pies, y una rápida curación de las rozaduras.
Antirreumáticas:
se envuelve al enfermo con hojas de
aliso
calentadas previamente al sol o dentro de un horno, cubriendo bien la zona dolorida. Tapar con una manta. Este ”baño de hojas” resulta un buen remedio para aliviar los dolores reumáticos y artrósicos, además de tener efectos sudoríficos y depurativos.
Galactófagas, es decir, que provocan la retirada de la leche de las madres que crían. Para ello, durante varios días consecutivos, se coloca una cataplasma sobre las mamas.
Uso:
decocción que se prepara con 30 - 40 gramos de corteza de ramas jóvenes, que se hacen hervir durante 15 minutos; se toman 2 o 3 tazas diarias.
Para uso externo, la misma decocción se usa para enjuagues y gargarismos, así como para compresas. En cataplasmas las hojas se aplican localmente, ya sea como vulnerarias (aplanadas dentro del calcetín con la cara superior en contacto con la
planta
del pie) como antirreumáticas (cubriendo la zona dolorida, tras haber sido calentadas en un horno) o como galactófagas (sobre las mamas) Las hojas de
aliso
deben aplicarse verdes,
siempre
que sea posible, especialmente cuando se usan como vulnerarias.