ARRACLÁN

frángula  rhamnus frangula



ARRACLÁN (frángula  rhamnus frangula) - HIPERnatural.COM
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ARRACLÁN
frángula  rhamnus frangula
Otros Nombres:

Arraclán, Avellanillo, Avellano Bravío, Hediondo, Ollacarana, Sanapudio, Sangredo.

El gran botánico renacentista, Andrea Mattioli, publicó en 1554 una edición comentada de la Materia médica de Dioscórides, en la que decía, según menciona Font Quer, que «la corteza de frángula es un purgante muy suave, que limpia admirablemente el hígado. Pero solo debe ser empleada seca; verde produce vómitos. ».

No pasó desapercibido, a este ilustre pionero de la botánica, el curioso proceso que se da en la corteza de la frángula: fresca resulta tóxica, y tiene un intenso efecto vomitivo. Pero, con el tiempo, va perdiendo espontáneamente su toxicidad, y adquiriendo una notable virtud medicinal. Después de un año de secado, la corteza de frángula se convierte en un apreciado remedio contra el estreñimiento.

Hábitat: abundante en los bosques y lugares húmedos de Europa y de la mitad norte de España. Conocida y usada en el continente americano, donde también se cría la especie Rhamnus purshiana (cáscara sagrada, planta que figura a continuación de esta) cuyas propiedades medicinales son similares a las de la Rhamnus frangula.

Descripción: arbusto de la familia de las Ramnáceas, de 2 - 3 m de altura, sin espinas, con pequeñas flores de cinco pétalos. Da como fruto bayas de color rojo en verano, y negro brillante en otoño, cuando maduran.

Partes utilizadas: la corteza desecada del tronco y de las ramas.

Propiedades e indicaciones: los principios activos de la corteza de frángula son los glucósidos antraquinónicos, que le otorgan las siguientes propiedades:

Laxante de acción suave, pero eficaz. No provoca retortijones, ni evacuaciones líquidas, ni otros trastornos secundarios propios de los laxantes irritantes. Tampoco produce pérdida de potasio y de otras sales minerales, ni colitis secundaria, hechos que se observan a menudo en los usuarios habituales de laxantes químicos. Y, por si fuera poco, el intestino no se habitúa a su empleo, por lo que sus efectos permanecen constantes aunque se ingiera durante mucho tiempo. Resulta pues ideal para quienes padecen de pereza intestinal desde hace muchos años, y que ya han probado diversos laxantes, sin demasiado éxito, y a veces con efectos secundarios nada deseables. Estos pacientes, que suelen ser mujeres, si quieren vencer esta desagradable dolencia, deben seguir además una dieta rice en fibra vegetal.

Colerética: como decía el botánico Mattioli, la corteza de frángula también favorece el buen funcionamiento del hígado por su efecto colerético. Los enfermos de hepatitis aguda y crónica, de diversas hepatopatías o incluso de cirrosis, se beneficiarán de su empleo.

Uso: decocción con 20 - 30 grs. de corteza triturada, añeja (de un año por lo menos) en medio litro de agua. Hervir durante 20 minutos; si se deja reposar durante unas horas, aumenta su eficacia; filtrar y tomar 1 - 2 tazas, preferiblemente por la noche, para que produzca efecto a la mañana siguiente.

Precauciones: la corteza de frángula no se debe tomar junto con bicarbonato sódico, sal de frutas, leche de magnesia o cualquier otro alcalino, pues su efecto se ve notablemente disminuido. Se desaconseja su uso en caso de embarazo, lactancia, menstruación y crisis hemorroidal (hemorroides inflamadas)