AJENJO
AJENJO
Otros Nombres:
Absintio
,
Ajorizo
,
Artemisa Amarga
,
Hierba Santa
,
Incienso de Andalucía
.
Planta
dedicada por los antiguos griegos
a
Artemisa
(Diana, para los romanos) diosa de la fecundidad. Sin duda que para ello influyó su notable efecto sobre el útero. Ahora bien, lo que más ha contribuido
a
su difusión en los últimos tiempos, ha sido sin duda su virtud aperitiva y estomacal. El vermut es un licor
a
base de
ajenjo
, pues Wermuth es precisamente el nombre en alemán de esta
planta
.
En el siglo pasado, cuando todavía se empleaban muchos remedios de forma empírica, sin un conocimiento de sus verdaderos efectos, se pensó que el estimulante licor de
ajenjo
, obtenido por maceración en alcohol, era una panacea. Hasta tal punto se ahuso de él, especialmente en Francia, que se produjeron graves intoxicaciones agudas y crónicas,
e
incluso muertes, como la del poeta francés Verlaine.
Hábitat:
Propio de lugares montañosos del sur de Europa. Abunda en cunetas y.
terrenos secos. En otros tiempos era cultivado. Descripción:
Planta
vivaz, de la familia de las Compuestas, de 40
a
80 cm de altura, toda ella recubierta de un fino vello que le da un aspecto plateado. Las flores, amarillas, se agrupan en cabezuelas. Partes utilizadas: las hojas y las cabezuelas florales.
Parte empleada:
las hojas y las sumidades floridas.
Propiedades
e
indicaciones: el uso del
ajenjo
como
planta
medicinal, se halla libre de los desastrosos efectos de los licores que se producen con él; entre otras cosas, porque su fuerte sabor
amargo
lo hace poco apto para un consumo abundante. Contiene principios
amargos
(absintina)
a
las que debe sus propiedades digestivas;
aceite
esencial
rico en tuyona, de acción vermífuga y emenagoga,
pero
tóxica en dosis altas; sales minerales (nitrato potásico) y taninos. Aplicado correctamente, el
ajenjo
nos ofrece unas interesantes propiedades medicinales, que mencionamos
a
continuación:
Tónico
gástrico: como todas las plantas amargas desarrolla un efecto
tónico
sobre el estómago, aumentando el apetito y estimulando la secreción de jugos gástricos. Conviene pues
a
los inapetentes y
a
los dispépticos (que padecen de digestiones pesadas) No así
a
los ulcerosos y
a
los de temperamento sanguíneo, pues el aumento de secreción de jugos gástricos les resulta perjudicial. Como. bien indica Font Quer, «el
ajenjo
no debe tomarse sin necesidad».
Colerético:
por el hecho de aumentar la secreción biliar, ejerce sobre el hígado una acción favorable, descongestiva y de estímulo de sus funciones. Resulta apropiado en los casos de insuficiencia
hepática
, y en la fase de convalecencia de las hepatitis víricas.
Vermífugo potente:
los adultos lo llegan
a
tomar, aunque resignados;
pero
los niños lo rechazan abiertamente. Para ellos es mejor utilizar otros vermífugos.
Emenagogo potente:
actúa sobre el útero (matriz) provocando la menstruación;
pero
además, normaliza los ciclos. Se recomienda, pues, para las jóvenes pálidas y debilitadas, que usualmente padecen de reglas irregulares y dolorosas. Avicena, el renombrado médico hispanoárabe del siglo XI, lo prescribía «para calmar
a
las mujeres agrias y biliosas».
Uso:
en infusión con de 10
a
20 grs. de
planta
por
litro
de agua. Para suavizar su amargor, se le puede añadir una cucharada de una de las siguientes plantas:
regaliz
,
menta
o
anís
. Endulzar con miel. Para los trastornos digestivos, se toman 1 - 2 tazas diarias, antes de las comidas. Para los trastornos de la menstruación, se toman 2 tazas diarias de esta tisana, durante la semana anterior
a
la fecha en que se espera la regla. En maceración: Se ponen unos 100 g de flores secas en un
litro
de
aceite
de oliva. Dejar reposar durante un mes. Una cucharadita de postre de este
aceite
en ayunas, y otra antes del almuerzo (comida del mediodía) para las afecciones de la vesícula biliar. Como insecticida: la infusión de
ajenjo
es un eficaz insecticida. Pueden rociarse con ella los animales domésticos y las plantas. Como loción aplicada sobre la piel, ahuyenta
a
los mosquitos. Y colocando
ajenjo
seco en saquitos de tela entre la ropa, evita eficazmente la polilla.
Precauciones:
A
dosis elevadas puede provocar temblores y convulsiones.
Deben abstenerse del
ajenjo
las mujeres embarazadas debido
a
su posible efecto abortivo, así como las lactantes ya que se elimina por la leche y resulta nocivo para el bebé. Tampoco conviene
a
quienes padecen úlcera gastroduodenal o gastritis.