CARDO MARÍA

SILYBUM MARIANUM (L) GAERTN



CARDO MARÍA (SILYBUM MARIANUM (L) GAERTN) - HIPERnatural.COM
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CARDO MARÍA
SILYBUM MARIANUM (L) GAERTN
Cardo María, Cardo borriquero, Cardo lechal, Cardo manchado; al. Mariendistel, Frauendistel; ing. Milk thistle.

Fruto.

Planta de gran tamaño con capítulos solitarios terminales de flores tubulosas color púrpura rodeados de un involucro de brácteas externas espinosas. El cardo maría posee hojas lampiñas, dentado - espinosas, de limbo sinuoso y ondulado, con nerviaciones de color blanco marmóreo.

Origen.

Esta especie bisanual crece en los terrenos baldíos, secos y rocosos de Europa meridional, África septentrional y Asia occidental. También se puede encontrar en América del sur (Argentina) de donde proviene una parte de la droga utilizada.

Composición química.

Los frutos, ricos en aceite (20 a 30%) con un alto contenido en ácidos grasos insaturados, contienen además, proteínas, azúcares y poliínos. Los compuestos activos son unas cromanonas muy particulares: los flavanolignanos cuyo conjunto lleva el nombre de silimarina.

Los principales flavanolignanos proceden de la cicloadición de un alcohol fenilpropánico a una 2 - fenil cromanona (i. e. un 2, 3 - dihidro flavonol, la taxofolina) El resultado es un benzodioxano o un oxatriciclodeceno; el resto tiene una estructura dihidrobenzofuránica.

• Benzodioxanos: silibina (se trata de una mezcla diasteroisomérica)

• Oxatriciclodecenos: silidianina,

• Dihidrobenzofuranos: silicristina, isosilicristina.

En la variedad de flores blancas, se encuentran derivados desprovistos de hidroxilo en 3: silandrina (=3 - desoxiisosilibina) silimonina (=3 - desoxisilidianina) silihermina (3 - desoxi - silicristina) y neosiliherminas. Otras variedades tienen una composición absolutamente similar, considerándose la existencia de quimiotipos.

Datos farmacológicos.

Los numerosos trabajos publicadoshan corroborado su reputación en el campo de las afecciones hepáticas.

La actividad hepatoprotectora de la silimarina ha quedado demostrada en lesiones hepáticas de animales de experimentación en órgano aislado y, más recientemente, en cultivos de hepatocitos.

La silimarina antagoniza la acción tóxica del CCl4 (tetracloruro de carbono) sobre el parénquima hepático, de forma que previene el alargamiento del tiempo de sueño provocado por hexobarbital. Asimismo, se opone a la intoxicación por galactosamina, tioacetamida, N - acetil - p - aminofenol, praseodina.

La silimarina administrada al ratón (i. v. 15 mg / kg) una hora antes de una inyección de faloidina (i. p. 3 mg / kg) protege a los animales en un 100%. Inyectada después del tóxico, reduce sensiblemente la mortalidad, pero la protección se hace más débil según se vaya alargando el momento de la administración.

La actividad parece estar ligada a una estabilización de membranaasí, se piensa que en caso de intoxicación con faloidina, podría producirse una interacción con los lugares implicados en la captación del tóxico. También puede ser debido a que existe una gran analogía estructural entre la silibina y la antamanida, antagonista natural de la amanitina. La silimarina es un antioxidante con un alto poder antiperoxidante [508, 509a, b] con tropismo hepático cuya acción podría oponerse a la destrucción de los lípidos de membrana de los hepatocitos.

Observaciones en el Hombre.

Es difícil apreciar la eficacia de la droga en el campo de las patologías hepáticas: esto explica sin duda el gran número de ensayos realizados con la silimarina, tanto en pacientes ambulatorios como en hospitalarios. Los criterios de evaluación de la eficacia son múltiples: volumen hepático, peso, evolución de la ictericia, edemas. y los exámenes habituales de exploración hepática. Algunos autores manifiestan criterios favorables en el tratamiento de la cirrosis. Parece ser que la silimarina acelera la vuelta a la normalidad en caso de hepatitis vírica no complicada, en cambio, en caso de hepatitis crónica, tiene una eficacia muy limitada.

Empleo.

La utilización de la silimarina y de preparaciones galénicas de cardo maría se aconsejan en el tratamiento de los trastornos funcionales digestivos originados por hepatitis, especialmente, de origen vírico. Los fitoterapeutas aconsejan el uso de cardo maría en los estados congestivos crónicos del hígado y los trastornos digestivos funcionales. A menudo, se asocia el cardo maría a un “drenador“ hepático.

Ensayos de toxicología aguda y subaguda realizados en rata, revelan que el polvo criomolturado está desprovisto de toxicidad. Los flavanolignanos no son tóxicos: dosis de 20 g / kg de silimarina (per os) no provocan alteraciones en ratón, siendo la D. L. 50 (i. v. de este compuesto, de 1 g / kg aproximadamente para ratón y de 900 mg / kg para rata. No se han observado signos de toxicidad crónica (rata, 5 meses, 0, 1 g / día, per os)

En España se autoriza el uso de esta planta para el tratamiento de trastornos funcionales digestivos de origen hepático.

Precauciones.

No se han descrito a pesar de haber sido sometido a una experimentación prolongada y constante.

La droga.

Los aquenios - semejantes a los del girasol - son negros, rugosos, rematados por un resto de corona floral que adquiere la forma de una escama cilíndrica de color amarillo claro. La sección tiene una consistencia de aspecto céreo, sin sabor ni olor. El ensayo de la droga puede incluir la observación al microscopio de la droga pulverizada, un estudio por cromatografía en capa fina (revelado con difenilborato de aminoetanol) de los flavanolignanos extraídos con metanol y una valoración colorimétrica por reacción de éstos con la 2, 4 - dinitro fenilhidracina. También puede efectuarse una cromatografía líquida de alta resolución.