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Otros Nombres:

Parra, Uva.

Existen en el mundo unas 3. 000 especies cultivadas de vides, que producen uno de los frutos más medicinales que se conocen. Todas las civilizaciones antiguas del área mediterránea conocían la vid y la utilizaban ampliamente. Tanto el fruto, como las.

hojas y la savia de esta noble planta, poseen abundantes propiedades medicinales, y constituyen un excelente alimento - medicamento. El zumo de uva es rico en sustancias de elevado valor biológico: azúcares de gran valor nutritivo, proteínas, vitaminas y minerales. El zumo de uva es alimento y medicina.

Hábitat: originaria de Asia Menor y ampliamente difundida por todos los países mediterráneos, donde pueden encontrarse plantas silvestres. Actualmente se cultiva en los cinco continentes.

Descripción: arbusto trepador de la familia de las Vitáceas, con flores de pequeño tamaño agrupadas en racimos compuestos. Los frutos, los granos de uva, son unas bayas de color negro o verdoso que contienen de una a cuatro semillas leñosas.

Partes utilizadas: las hojas, la savia, las bayas (uvas) y las semillas.

Propiedades e indicaciones: todas las partes de la vid poseen interesantes propiedades medicinales. Las hojas, especialmente de la vid roja, contienen taninos de efecto astringente, y abundantes flavonoides y pigmentos antociánicos, que le confieren acción protectora sobre los capilares sanguíneos y hemostática. Se usan en los siguientes casos:

Afecciones circulatorias venosas: hemorroides, sabañones, varices, piernas cansadas o hinchadas por trastornos de la permeabilidad capilar. Es uno de los remedios vegetales más activos contra estas afecciones. En estos casos, para reforzar el efecto, se recomienda combinar las aplicaciones interna y externa; es decir, que además de tomar la decocción de hojas, se pueden realizar baños con esa misma decocción.

Gastroenteritis, diarreas crónicas y especialmente disenterías con deposiciones sanguinolentas, por el efecto astringente y antihemorrágico que poseen.

Hemorragias: especialmente útil en los trastornos de la menopausia, para evitar las pérdidas frecuentes de sangre; también en caso de hipermenorrea (reglas demasiado abundantes) así como para normalizar el ciclo menstrual en la dismenorrea (reglas irregulares o dolorosas) Detiene las epistaxis (hemorragias nasales) si se aplica directamente, aspirando el polvo de las hojas secas trituradas, además de tomar su infusión.

La savia de la vid se obtiene cortando los sarmientos en primavera, antes de que broten las hojas. Esta ”agua de cepas” que ”lloran” los sarmientos, se usa con éxito desde muy antiguo para curar las irritaciones de la piel (eccemas y erupciones diversas) y, sobre todo, para lavar los ojos afectados de blefaritis (inflamación de los párpados) orzuelo, conjuntivitis y queratitis (inflamación de la córnea) También se puede usa como colirio para la higiene ocular preventiva. Contiene azúcares, ácido tartárico, tartaratos y otros ácidos orgánicos. Posee propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes.

Las uvas contienen un 16% de azúcares (glucosa, levulosa y sacarosa) hasta el 1% de proteínas (10 g por kilo) 0, 5 k de lípidos; vitaminas A, complejo B, G y P; sales minerales, especialmente de potasio y de hierro; ácidos orgánicos; y pigmentos antociánicos en la piel. Poseen propiedades tonificantes, descongestivas, laxantes, depurativas y antianémicas.

Las semillas (pepitas) de la uva contienen ácidos grasos poliinsaturados, útiles en el tratamiento del exceso de colesterol. Se emplean en forma de aceite.

Uso: decocción de hojas, 40 - 50 gramos por litro de agua; tomar 3 o 4 tazas diarias, antes de las comidas. El aceite de semillas de uva (pepitas) se consume como cualquier otro aceite comestible, a razón de 2 a 5 cucharadas por día.

Externamente, en baños de asiento contra las hemorroides; pediluvios (baños de pies) contra los sabañones; y para mejorar la circulación sanguínea con la misma decocción de hojas referida en el párrafo anterior. Polvo para cortar las hemorragias nasales, se inhala el polvo de las hojas secas a modo de rapé. Savia del sarmiento que se recoge en un frasco limpio, y se aplica directamente sobre la piel o los ojos; no se puede conservar, por lo que únicamente se usa en primavera.